Descripción y generalidades
El también llamado acesulfame de potasio o acesulfamo, es un edulcorante sin calorías, de alta intensidad ya que es 200 veces más dulce que el azúcar o la sacarosa. Como aditivo alimentario recibe la denominación E-950, es muy soluble en agua y etanol, tiene un sabor muy similar al del aspartame por lo que puede dejar un regusto un poco amargo para lo cual suele combinarse con la sucralosa. Al usarse con otros edulcorantes tiene un poder sinérgico.
Este aditivo fue descubierto en 1967 por el químico alemán Karl Clauss de forma accidental mediante la combinación del ácido acetoacético con el potasio. Tras años de investigación, comenzó a usarse hasta 1988 y desde entonces se ha utilizado en más de 40 mil alimentos y bebidas en todo el mundo.
El acesulfame K, por su estructura física, es la sal de potasio del 6-metil-1,2,3-oxatiazina-4-ona-2,2-dióxido. Su fórmula química es C4H4KNO4S, su peso molecular es de 201,24 g/mol. Es un compuesto muy soluble en agua, es estable ante variaciones de pH y temperaturas, por lo que puede utilizarse en la cocción y horneado de diferentes alimentos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y otras entidades reguladoras de aditivos alimentarios han clasificado al acesulfame K como un edulcorante no tóxico y seguro para el consumo humano.
En Europa, la ingesta diaria admisible es de 9mg/kg de peso corporal, pero otros organismos internacionales aprueban una cantidad superior a 15 mg/kg de peso corporal. Asimismo, el consumo de este edulcorante está aprobado para todo tipo de personas, incluyendo niños y mujeres embarazadas, aunque cada persona puede consultar con su médico sobre su consumo.
El cuerpo humano no puede metabolizar el acesulfame K y no lo detecta como azúcar o glucosa. Simplemente es excretado de forma íntegra por la orina. Esto lo hace un aditivo ideal para consumo por personas con diabetes, sobrepeso o que quieren reducir su consumo diario de azúcares.
Se estima que el acesulfame K se encuentra en alrededor de 4 mil productos en todo el mundo. Entre los más conocidos destacan refrescos y bebidas con o sin gas, productos lácteos, alimentos horneados, mermeladas, confituras, helados, postres, concentrados para elaborar bebidas, jarabes, chicles, néctares de frutas, productos de panificación, cereales para el desayuno, leches vegetales, entre otros.
Es un producto no cariogénico
Si bien el acesulfame es muy dulce, no provoca caries dentales. Esto se debe a que no es metabolizado como azúcar por la boca, y no se convierte en el ácido que causa la erosión de los dientes. Por ello, no solo se usa en alimentos, bebidas o en chicles, también lo encontramos en pastas dentales y enjuagues bucales para mejorar su sabor.
Rentabilidad para la industria alimentaria
Al ser un edulcorante 200 veces más dulce que el azúcar, se puede usar en menos cantidades que el endulzante común. Esto lo convierte en un aditivo rentable y muy atractivo para los fabricantes.
Productos sin azúcar ni calorías
El acesulfame es el producto idóneo para la fabricación de alimentos y bebidas reducidos en azúcar y calorías, o incluso etiquetados como “cero azúcar” o “sugar free”. Esta cualidad permite utilizarlo en la elaboración de suplementos, malteadas, polvos para preparar bebidas instantáneas, multivitamínicos, comprimidos efervescentes, entre otros productos para deportistas.
Apto para personas con diabetes
El acesulfame, al igual que otros edulcorantes no provocan picos de insulina ya que el cuerpo no lo metaboliza como glucosa o azúcar. Por ello, es una alternativa para las personas con padecimientos como resistencia a la insulina y diabetes, quienes deben limitar su consumo de azúcares.