El jabón un producto muy común en la actualidad, sin embargo, ha sido usado, apreciado y de gran importancia para la humanidad desde hace miles de años.
Se puede decir que este producto dio origen a toda una industria, la de productos para el cuidado personal.
No hay una fecha que precise el inicio de su fabricación ni su origen, se han encontrado evidencias de elaboración de mezclas de aceites vegetales con cenizas que eran usadas como tratamientos de belleza por diferentes culturas como la fenicia, la siria y la egipcia. Estos hallazgos tienen una antigüedad de casi 3,000 años a.C.
Algunas teorías señalan que el jabón surgió en sitios en donde se llevaban a cabo sacrificios animales y de forma incidental se mezcló la grasa de los animales sacrificados con las cenizas de los fuegos extintos de los rituales.
En Europa los antiguos pueblos galos también usaban tratamientos con estos ingredientes. Se sabe que los romanos usaban jabón en los baños y termas.
En la zona de los países mediterráneos usaron como fuente grasa el aceite de oliva, (posiblemente por influencia musulmana), dando lugar a afamados y reconocidos jabones con denominación de origen como el jabón de Castilla y el de Marsella.
En 1971, el químico Nicolás Leblanc desarrolló un procedimiento para obtener sosa cáustica a partir de la mezcla de sal marina con ácido sulfúrico, este descubrimiento permitió bajar el costo de fabricación del jabón y estableció las bases para el desarrollo de la industria jabonera al volverse un producto accesible para otras clases sociales.
El abaratamiento del jabón aunado al descubrimiento de bacterias y virus como causantes de enfermedades y la posibilidad de combatirlos con medidas de higiene, elevó los índices de la esperanza de vida.
En 1823, Eugene Chevreul descubre y explica la reacción química mediante la que se obtiene jabón: la saponificación de las grasas, proceso químicos que resulta de unir un ácido graso y un álcali.
Se puede decir que en el mercado encontramos una extensa variedad de jabones con diversas propiedades debido a las cantidades y calidades de los ingredientes agregados a la receta básica para fabricar un jabón:
grasa + sosa cáustica → jabón + glicerina
Proceso de fabricación de jabón
El proceso tiene tres fases:
- Saponificación. Consiste en hervir las grasas añadiendo sosa cáustica (NaOH), agitando la mezcla hasta obtener jabón y lejía residual que contiene glicerina.
- Salado. Consiste en agregar sal común (cloruro de sodio NaCl) con el fin de facilitar la separación del jabón que cuaja y flota en la superficie de una la solución formada de glicerina, sosa cáustica y agua.
- Moldeado. Una vez separado el jabón, se pasa a otro recipiente en donde se pueden agregar ingredientes naturales o sintéticos, esencias y aromatizantes para enriquecer las propiedades. Finalmente se puede vaciar la pasta de jabón en moldes para que tomen una forma determinada.
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